jueves, 28 de enero de 2010

La isla de los pingüinos - Anatole France





La isla de los pingüinos
Anatole France
Editorial Claridad
Traducción: Ana Drucker
Revisión de la traducción: Clara Giménez


(Buenos Aires) Hernán Díaz


Anatole France, seudónimo de Jacques Anatole Francois Thibaut, novelista y premio Nobel de Literatura, es considerado como el mejor escritor francés de finales del siglo XIX y principios del XX. France nació el 16 de abril de 1844, en París. Desde muy joven fue un lector insaciable. Sus primeros libros publicados fueron Poemas dorados (1873) y la obra teatral de verso El puente de Corinto (1876). No consiguió un estilo depurado hasta su primera novela, El crimen de Silvestre Bonnard (1881), en la cual hacía gala de una habilidad estilística, de sutil  y mordaz ironía y de genuina compasión, características todas ellas que formaron parte de su posterior producción. France produjo muchas novelas, obras de teatro, poemas, ensayos de crítica y filosofía e investigaciones históricas. Fue nombrado miembro de la Academia Francesa en 1896 y recibió el Premio Nobel de Literatura en 1921. Entre las obras de esta etapa intermedia cabe destacar los ensayos críticos La vida literaria, las novelas Thais, cortesana de Alejandría y El lirio rojo y la tetralogía de novelas Historia contemporánea compuesta por El olmo del paseo, El maniquí de mimbre, El anillo de amatista y El señor Bergeret en París – un ácido análisis de los corrosivos efectos del caso Dreyfus en la sociedad francesa. En sus últimos trabajos se convirtió en defensor de causas humanitarias, mediante elocuentes defensas de los derechos civiles, de la educación popular y de los derechos de los trabajadores, a la vez que atacó con amargas y brillantes sátiras los abusos políticos, económicos y sociales de su época. Entre las obras que demuestran su arraigada conciencia social y su elocuencia clásica destacan las novelas alegóricas La isla de los pingüinos y la Revolución de los ángeles y Los dioses tienen sed. Anatole France murió en Tours el 13 de octubre de 1924.

La isla de los pingüinos  publicada inicialmente en 1880 y ahora editada por Claridad, es una parodia de la historia de la civilización, Anatole France  ha elegido como protagonista a un animal que caricaturiza a los burgueses de finales del xix: los pingüinos, de aspecto serio y plácido, con su cómica dignidad y sus movimientos a la vez torpes y solemnes. La isla de los pingüinos se inicia con un episodio hilarante: el bautizo por error, a cargo de San Maël, de los pingüinos del ártico. A partir de este hecho, France describe con una prosa sutilmente cargada de ironía los hechos más notables de la historia de la humanidad, mezclando el amor y la guerra, el poder absoluto y los ideales de la revolución, la religión y la codicia y la especulación financiera, llegando incluso a denunciar los rasgos más característicos del actual proceso de globalización.
"Los historiadores se copian los unos a los otros, con lo cual se ahorran molestias y evitan que los motejen de soberbios. Imítelos y no sea original. Un historiador original inspira siempre la desconfianza, el desprecio y el hastío de los lectores. [...] Me permito darle un consejo. Si quiere que su obra sea bien acogida, no pierda ninguna ocasión de alabar las virtudes que sirven de sostén a las sociedades, el respeto a las riquezas y los sentimientos piadosos, principalmente la resignación del pobre, que afianza el equilibrio social. Asegure que los orígenes de la propiedad, de la nobleza, de la gendarmería, sean tratados en su historia con todo el respeto que merecen semejantes instituciones; propale que se halla dispuesto a tomar en consideración lo sobrenatural cuando convenga, y así conseguirá el beneplácito de las personas decentes”.

 (c) Hernán Díaz



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