lunes, 29 de noviembre de 2010

Pan y afectos - La transformación de las familias - Elizabeth Jelin



Pan y afectos
La transformación de las familias
Elizabeth Jelin
Fondo de Cultura Económica
Nueva edición 2010 revisada y aumentada


(Buenos Aires)




En Pan y afectos, Elizabeth Jelin indaga las complejidades y diversidades de las familias desde una perspectiva comprometida con la democracia y la igualdad para evidenciar los procesos que facilitan u obstaculizan la democratización social, tanto en el interior de ellas como en su relación con contextos sociopolíticos más amplios.
La familia es una institución social, creada y transformada por hombres y mujeres en su accionar cotidiano, individual y colectivo. Su universalidad reside en algunas funciones y tareas que deben ser realizadas en toda sociedad. El cómo y por quién se llevan a cabo, las formas de organización de los agentes sociales, los entornos y las formas de familia son múltiples y variables. Esta variabilidad no es azarosa; hay potentes procesos de cambio social, económico, tecnológico y político de los cuales forman parte las transformaciones de la familia.
En esta nueva edición la autora actualizó los datos estadísticos, incluyó un capítulo autónomo acerca del uso de la imagen y la realidad de la familia durante la dictadura militar y el movimiento de derechos humanos, y reelaboró el capítulo sobre políticas públicas.
En Pan y afectos no se habla de "crisis de la familia", sino de una creciente multiplicidad de formas de familia y convivencia, una extensión del "derecho a tener derechos". De este modo, la idea de crisis se transforma en germen de innovación y creatividad social.


Acerca de la violencia doméstica


Los derechos humanos en la familia


"Este tema es, en la actualidad, muy concreto y directo. La violencia doméstica en sus diversas manifestaciones - tortura corporal, acoso y violación sexual, violencia psicológica, limitación de la libertad de movimiento (esclavitud) - es claramente una violación a los derechos humanos básicos. Ocultas durante siglos bajo el manto de la privacidad de los afectos y del autoritarismo patriarcal, sus manifestaciones comienzan a hacerse visibles en las últimas décadas. 
La familia es, en este punto, un espacio paradójico: es al mismo tiempo el lugar del amor y la intimidad y el ámbito privilegiado de la violencia. pero la violencia entre miembros de la misma familia es algo de lo que no se habla. Es un tema secreto y vergonzoso que escapa al conocimiento público. Los únicos testigos son los propios miembros de la familia, que mantienen el silencio, ya sea por preservar la imagen o por miedo a la represalia...".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

comente esta nota