miércoles, 20 de marzo de 2013

Nada se opone a la noche - Delphine de Vigan




Nada se opone a la noche
Delphine de Vigan
Traducción al español : Juan Carlos Durán
Anagrama


(Buenos Aires)

En la tapa de Nada se opone a la noche, de la escritora francesa Delphine de Vigan se ve la fotografía de una mujer bella, rubia, con un pullover negro y un cigarrillo en la mano. Está sentada a una mesa, en una reunión. Nada sabemos de ella sin haber leído el libro, pero la imagen es misteriosa, intrigante. No sabremos quien es esta mujer hasta haber leído buena parte de las páginas de Nada se opone a la noche. A medida que se avanza en la lectura, la historia de Lucile, la madre de la narradora y autora, nos vamos compenetrando más en el personaje central. Lucile es la mujer de la fotografía, se la ve ahí joven y hermosa. Y seguramente es la imagen que la narradora e hija del personaje central, quiere mostrar más, quiere que quede fija en la memoria de  los lectores. Es la imagen de una mujer joven, con toda la vida por delante.
El libro se inicia cuando la narradora, una mujer ya adulta,  encuentra a Lucile sola y muerta en la casa. La madre llevaba muerta varios días. A partir de ahí, la narradora irá reconstruyendo la vida de Lucile, su infancia, la familia numerosa a la que pertenece, los hombres con los que estuvo relacionada, su propia infancia y la de su hermana. Es un libro profundo y doloroso, también lleno de amor y culpa como la narradora misma lo dice. La autora ha debido investigar entre documentos, informes policiales y médico-psiquiátricos, hacer entrevistas a distintos miembros de la familia para poder obtener un panorama de lo que fue la vida de Lucile. Ha debido pedir recuerdos prestados a su hermana y a sus tíos, para poder escribir el libro. Y ha elegido una versión, la de ella misma para dejar escrita una versión definitiva. La madre  padeció psicosis y estuvo internada varias veces. La narradora descubrió que la tía de Lucile, la hermana de la abuela también tuvo la misma enfermedad. Y también aparecen secretos oscuros de la familia de Lucile como el incesto. También han muerto varios hermanos de Lucile, hay accidentes y suicidios.
Lucile fue una niña expuesta, por su precoz belleza, a las fotografías de moda, que hacían ganar algo de dinero a sus padres. La narradora confiesa que tiene una fecha para haber empezado a escribir: el 31 de enero de 1980, cuando Lucile sufre un ataque psicótico y la internan. Ella y su hermana quedan al cuidado del padre y van a vivir con su nueva familia. En 1981 gana las elecciones presidenciales de Francia, Francois Miterrand. Lucile está alegre, eso piensa la narradora, ya que ella les ha hablado de Miterrand y de lo que esa victoria  significa a las hijas. Sin embargo, después de visitar a la madre, un fin de semana, deben volver a la casa del padre, quien no se ha alegrado del triunfo del candidato.  La narradora imagina entonces  a la madre "...en la plaza de la Bastilla, adonde sin embargo, sabía que era incapaz de ir, la imaginaba en medio del alborozo y de la muchedumbre, que no cesaba de aumentar. Lucile bailaba, hacía girar su falda de flores, estaba feliz...". Lucile también escribía y dibujaba. Lo hacía en papeles sueltos, en fragmentos que la narradora ha debido leer, seleccionar, pero que no ha podido intercalar tal como estaban, en el libro, porque eso la alejaría más del personaje, su madre, al que tanto se quiso acercar cuando inició la escritura. Nadie se opone a la noche es un gran libro, entre la biografía y la ficción, donde se cumple aquello que la novelista inglesa P.D. James expresa en su libro   “La edad de la franqueza”: “Y el pasado no se mantiene estático. Sólo puede revivirse en la memoria, y la memoria es un mecanismo que nos permite tanto olvidar como recordar. Tampoco es inmutable. Redescubre, reinventa, reorganiza. Como un pasaje en prosa, puede ser revisado y vuelto a puntuar.”

Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 1966) vive en París. Su novela No y yo recibió el Premio de los libreros y fue llevada a la pantalla por Zabou Breitman. Las horas subterráneas (2009), con una gran acogida crítica y muchos lectores, figuró en la lista de obras seleccionadas para el Premio Goncourt y obtuvo el Premio de Los Lectores de Córcega. Nada se opone a la noche ha obtenido el Premio de novela FNAC, el Premio de novela de las Televisiones Francesas, el Premio Renaudot de los Institutos de Francia, el Gran Premio de la Heroina Madame Figaro y el Gran Premio de las Lectoras de Elle. Ha tenido un éxito arrollador en Francia, donde ha superado el medio millón de ejemplares y ha estado durante muchos meses en el ranking de las novelas más vendidas. Asimismo ha sido publicada, o está en vías de publicación, en veinte editoriales extranjeras.

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