lunes, 10 de junio de 2013

Cuentos completos - Rodolfo Walsh



Rodolfo Walsh
Cuentos completos
Edición y Prólogo de Ricardo Piglia
Ediciones de la Flor

(Buenos Aires)

Ediciones de la Flor publicó los cuentos completos de Rodolfo Walsh (1927, Choele Choel,  Provincia de Río Negro, Argentina). Su nombre integra desde el 25 de marzo de 1977 la  larga lista de desaparecidos durante la dictadura militar iniciada en marzo de 1976. Su "Carta abierta de un escritor  a la Junta Militar - ejemplo de periodismo de denuncia - fechada un día antes de su desaparición e incluida como apéndice en las ediciones de Operación Masacre desde 1984, fue su última palabra pública, palabra que no pudo ser silenciada con su secuestro. Fue un incansable periodista de investigación que desenmascaró crímenes políticos reales, "un historiador de su propio tiempo" (Eduardo Galeano) y simultáneamente un creador de
ficciones que lo convirtieron en el mejor narrador argentino de su generación. Estaba en Cuba participando de la creación de Prensa Latina, la primera agencia de noticias revolucionarias de América, cuando un telex codificado llegó por error a su oficina: Walsh descifró su texto y puso en evidencia los planes de la CIA formulados desde Guatemala para invadir la isla. Abandonó la literatura en aras de su militancia política, no obstante lo cual su obra lo ubica en  un puesto muy significativo en las letras latinoamericanas contemporáneas. Sus cuentos fueron publicados en francés, inglés, alemán y otras lenguas; también varios de sus libros de no ficción se tradujeron, además, al holandés y al checo.

"Este volumen incluye los cuentos publicados por Rodolfo Walsh entre 1950 y 1968.
Permite por lo tanto seguir el itinerario de un escritor cuyas decisiones políticas (y en esto, su caso se parece al de Borges) han sido usadas muchas veces como marco demagógico de lecturas distorsionadas o triviales. Walsh era demasiado consciente de la particularidad de la ficción como para intentar definir su eficacia de un modo directo y explícito. Pero a la vez su conciencia de las exigencias sociales y la urgencia de la intervención política lo hicieron poner en cuestión rápidamente la autonomía del mundo literario y a figura del hombre de letras. En este sentido, la tensión entre literatura y política ha estado presente en su obra de manera radicalmente distinta al resto de sus contemporáneos. Mientras David Viñas en Cosas concretas (1969) o Francisco Urondo en Los pasos previos (1979) narraban  la incertidumbre - o la fascinación - de un escritor ante la política revolucionaria, Walsh se ocupaba en esos años de dirigir el periódico de la CGTA donde publicaba en entregas semanales su investigación sobre Quién mató a Rosendo (1969).
Sus diferencias con el ambiente literario y la decisión de intervenir como escritor en otros espacios está clara en su observación de 1970 referida a su trabajo de no ficción. "Un periodista me preguntó por qué no había hecho una novela con eso, que era un tema formidable para una novela. Lo que evidentemente escondía la noción es que una novela con ese tema es mejor o es una categoría superior a la de una denuncia con ese tema (...) la denuncia traducida al arte de la novela se vuelve inofensiva, es decir, se sacraliza como arte. Por otro lado, el documento, el testimonio, admite cualquier grado de perfección, en  la selección, en el trabajo de investigación se abren inmensas posibilidades artísticas". De hecho, Operación Masacre (1956) - para nombrar su libro más emblemático - se ha convertido con el tiempo en una respuesta al viejo debate sobre el compromiso del escritor y la eficacia de la literatura. Frente a la buena conciencia progresista de las novelas "sociales", que reflejan la realidad y ficcionalizan las efemérides políticas, Walsh levantaba la verdad cruda de los hechos, el documento, la denuncia directa y a la vez cuestionaba, en la circulación inmediata de sus investigaciones, el formato libro y por tanto el mercado literario...". "...La mayor distancia de Walsh con la novela social es la ausencia de un punto fijo que controle y distribuya el sentido. El contraste que Lukács (el gran teórico marxista de la novela social) planteó como disyuntiva en su libro ¿Kafka o Thomas Mann? podría servir de base para analizar la ficción de Walsh. Nada de  Thomas Mann en su narrativa, es decir, nada de las estructuras clásicas de la novela realista (a lo Balzac o Tolstoi) que - según Lukács - definían la tradición social de la literatura; la ficción de Walsh, en cambio, está ligada a las pequeñas parábolas, alegorías y formas breves de la prosa de Kafka, de Borges o de  Brech..."."...Su ética del lenguaje y su conciencia del estilo lo acercan a las posiciones enunciadas por Bertolt  Brecht en "Cinco dificultades para escribir la verdad". Hay que tener, decía Brecht, el valor de escribirla, la perspicacia de descubrirla, el arte de hacerla manejable, la inteligencia de saber elegir a los destinatarios y  la astucia de saber difundirla.
Los cuentos de este libro sintetizan el arte de narrar de Rodolfo Walsh: en su lacónica y luminosa inmediatez, estas ficciones son también un modo de aludir a las dificultades de escribir la verdad."
(del prólogo de Ricardo Piglia).

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