miércoles, 16 de marzo de 2016

Teoría de la literatura de los formalistas rusos - Tzvetan Todorov (compilador)



Teoría de la literatura de los formalistas rusos

Jakobson, Tinianov, Eichenbaum, Brik,

Shklovski, Vinogradov, Tomashevski, Propp

Tzvetan Todorov (compilador)

traducción de Ana María Nethol


Siglo Veintiuno Editores



(Buenos Aires)

Teoría de la literatura de los formalistas rusos, compilado por Tzvetan Todorov es una
nueva edición de la obra que revolucionó el campo de los estudios literarios desde comienzos del 1900 y que, gracias a los aportes fundamentales que produjo en el desarrollo estructuralista posterior, transformó definitivamente el modo de analizar la literatura y aún hoy genera polémica. Entre 1915 y 1930 un grupo de jóvenes lingüistas y poetas ligado a los movimientos artísticos de la vanguardia rusa revolucionó el campo de los estudios literarios produciendo nueva teoría que se convertiría en el punto de partida de la crítica literaria moderna.
El movimiento fue el primero en considerar el texto literario como un sistema de
procedimientos y modificó así el modo de analizar las obras: desde entonces, el sentido de un relato o un poema no emana del proyecto biográfico o intelectual de su autor ni de la tradición literaria, sino de la construcción misma de ese texto, de las decisiones estilísticas y la organización interna que definen su forma.

"...Formalismo fue el nombre que designó, en la acepción peyorativa que le daban sus adversarios, la corriente de crítica literaria que se afirmó en Rusia entre los años 1915 y 1930. La doctrina formalista se encuentra en el origen de la lingüística estructural o por lo menos de la corriente representada por el círculo lingüístico de Praga. Actualmente, numerosos dominios están afectados por las consecuencias  metodológicas del estructuralismo. De esta manera, las ideas de los formalistas se encuentran representadas
en el pensamiento científico actual; sus textos, en cambio, no pudieron franquear las múltiples barreras aparecidas posteriormente.
El movimiento estaba ligado en sus comienzos a la vanguardia artística: el futurismo. Éste ofrecía los eslóganes de sus poetas (Jlebnikov, Maiakovski, Kruchenij) para recibir, como retribución generosa, explicación y justificación.
El parentesco señalado vincula directamente el formalismo al arte actual: a través de las épocas y bajo diversas denominaciones, la ideología de las vanguardias permanece aparentemente estable.
Debemos a los formalistas una teoría elaborada de la literatura (título de una obra aparecida entonces, de la que la nuestra ha tomado el nombre) que debía ensamblarse naturalmente con una estética, que, a su vez, formara parte de una antropología. Ambición difícil que desenmascara lo que toda la literatura sobre la literatura no llega a disimular a
pesar de su abundancia verbal: poco se ha avanzado sobre las cualidades intrínsecas del arte literario. Cuando se trata de hacer el balance del pasado, tarea en la que se empeñan eruditos y sabios congresos, las teorías formalistas aparecen en lugar privilegiado...".
Tzvetan Tódorov
"... El trabajo de los formalistas comenzó con el estudio del problema de los sonidos en el verso, que en esa época era el más candente e importante. Tras este problema particular de la póetica se elaboraban, por supuesto, tesis más generales que aparecieron posteriormente. La distinción entre los sistemas de la lengua poética y de la lengua prosaica que había determinado desde el comienzo del trabajo de los formalistas influyó en la discusión de muchas cuestiones fundamentales. La concepción de la poesía como un pensamiento por imágenes y la fórmula que de allí se desprendía: poesía = imagen no correspondían evidentemente a los hechos observados y contradecían los principios generales esbozados. Desde este punto de vista, el ritmo, los sonidos, la sintaxis no tenían más que una importancia secundaria al no ser específicos de la poesía y no entrar en un sistema.
Los simbolistas que habían aceptado la teoría general de Potebnia puesto que justificaba el papel dominante de las imágenes-símbolos, no podían superar la famosa teoría sobre la armonía de la forma y del fondo, aunque ella contradijera ostensiblemente su propio deseo de tentar experiencias formales y rebajara estas experiencais confiriéndoles carácter de juego. Al alejarse de los puntos de vista de Potebnia, los formalistas se liberaban de la correlación tradicional forma/fondo y de la noción de forma como una envoltura, como un recipiente en el que se vierte un líquido (el contenido). Los hechos artísticos testimoniaban que la differentia specifica en arte no se expresaba en los elementos que constituyen la obra sino en la utilización que se hace de ellos. La noción de forma obtenía así otro sentido y no reclamaba ninguna noción complementaria, ninguna correlación...".
Boris Eichenbaum
 
El libro reúne los siguientes artículos:
"Hacia una ciencia del arte poética" de Roman Jakobson; Presentación por Tzvetan Todorov; La teoría del "método formal" por B. Eichenbaum; El arte como artificio por V. Shklovski; Sobre el realismo artístico por V. V. Vinogradov; La noción de construcción por J. Tinianov; Sobre la evolución literaria por J. Tinianov; Problemas de los estudios literarios y lingüísticos por J. Tinianov y R. Jakobson; Ritmo y sintaxis por O. Brik; Sobre el verso por B. Tomashevski; La construcción de la nouvelle y de la novela por V. Shklovski; Sobre la teoría de la prosa por B. Eichenbaum; Cómo está hecho El capote de Gogol por B. Eichenbaum; Las transformaciones de los cuentos fantásticos por V. Propp; Temática por B. Tomashevski.
 


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