jueves, 9 de julio de 2009

Nietzche en Francia - José Sazbón


Nietszche en Francia
y otros estudios de historia intelectual
José Sazbón
Universidad Nacional de Quilmes

(Buenos Aires)

Editor eximio, José Sazbón evitó serlo de su propia obra, como animado por una voluntad de dispersar sus textos a los cuatro vientos para que los recogieran aquellos que tuvieran la sabiduría o la fortuna de encontrarlos. Abordó en ellos un vasto espectro que fue de la recepción de la semiología a los estudios sobre marxismo y el estructuralismo, pasando por la filosofía de la historia, la historia moderna y contemporánea, la historia intelectual y el pensamiento argentino y latinoamericano.
Sólo en sus últimos años aceptó reunir algunos de esos artículos. Una decena de ellos fue recuperada en 2002 por las ediciones de la Universidad Nacional de Quilmes bajo el título Historia y representación. En 2005 reunió en un volumen sus estudios sobre la Revolución Francesa. La obra que el lector tiene en sus manos, la última que Sazbón alcanzó a preparar, reúne sus principales ensayos de historia intelectual.
El martes 16 de septiembre de 2008 José Sazbón falleció en la Ciudad de Buenos Aires, a la edad de 71 años. Cuando lo sorprendió la muerte dictaba clases en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), en el Doctorado en Ciencias Sociales (UBA) y en el IDAES (Universidad Nacional de San Martín), y coordinaba la Maestría en Historia y Memoria de la Facultad de Humanidades de la UNLP, la primera en su género en América Latina y a la que consagró sus últimos estudios sobre la relación entre historia y memoria.

Del "Prólogo" de Horacio Tarcus
Colección Textos y Lecturas en Ciencias Sociales


Un fragmento:



Nietzche, rehén de Wagner

"...En Francia, más que en ningún otro lugar, la simpatía o aversión que inspiraban la personalidad intelectual y las ideas de Nietzche (en el período inicial del contacto con ellas) se establecieron en estrecha dependencia de la valoración local de la obra de Wagner. Más aún: en la medida en que los devotos del músico alemán - una cotterie de escritores y poetas simbolistas y publicistas germanófilos - veían en él el paradigma realizado de su propio credo estético y una fuente de inspiración para la "escuela", la disyunción Nietzche/Wagner arrastró consigo un recorte simétrico y polarizado de las opciones que idealmente acompañaban a cada uno de esos epítomes magistrales. También por esta vía, y en un grado más específico, se dirimió la cuestión de la "decadencia", ya que la real amalgama de los autotitulados décadents, antecesores inmediatos de los simbolistas, de estos mismos y de los wagnerianos a outrance, aconsejó a sus contradictores una réplica consecuente al antiniestzcheanismo de los wagnerianos. Éste último, a su vez, no formó parte de los iniciales artículos de fe sobre los que se levantó el culto: el razonado fervor de La Revue wagnérienne o la invocación oracular al "dios" Wagner (que difundía el soneto de Mallarmé) no requerían de un adversario personalizado. Pero una vez conocido el desafío iconoclasta de Der Fall Wagner (publicado en traducción de Daniel Halévy y Robert Dreyfus en 1892), los promotores del período heroico del wagnérisme - un término, por lo demás, que antecedió a Wagnerismus- encontraron, en la etapa siguiente, un nuevo aliciente a su proselitismo en el examen, ahora, del "caso Nietzche", al que se entregaron con verdadero entusiasmo vindicativo. La presente insanía del filósofo - tal el dictamen fulgurante - no era sino el resultado necesario de su ruptura con Wagner...".

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