lunes, 10 de agosto de 2009

Calle de las tiendas oscuras - Patrick Modiano



Calle de las tiendas oscuras
Patrick Modiano
Editorial Anagrama


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Un narrador en primera persona y una agencia de detectives. Así empieza esta novela de Patrick Modiano que ganó el Premio Goncourt en 1978.
El lugar es una agencia de policía privada fundada en 1947 y el objetivo era proporcionar a los clientes “informaciones mundanas”. Guy Roland es un hombre sin pasado, no tiene memoria ni siquiera su nombre es el real. Trabajó durante ocho años en la agencia del barón Constantin von Hutte. En esta novela de misterio el narrador busca en su pasado la identidad perdida.
La narración se detiene a veces en los detalles, profundiza en un tema complejo, difícil como es la búsqueda de la identidad en el pasado. En determinado momento el narrador se pregunta: ¿qué había en común entre ese anciano exhausto a quien veía alejarse en la oscuridad de la noche, con aquel abrigo raído y aquella cartera negra abultada y el jugador de tenis de antaño, el apuesto y rubio barón báltico Constantin von Hutte?
Lo que une el pasado y el presente no está tan claro, queda en suspenso y el lector deberá contestar muchas preguntas. Una lectura activa y comprometida para descifrar lo que este narrador quiere decir.
Guy Roland tiene que reconstruir un rompecabezas cuyas piezas están dispersas más allá de París, desde Bora Bora, pasando por Nueva York, Vichy o Roma y cuyos testigos habitan un París que muestra las heridas de su historia reciente.
Se trata de una novela que además de tener una trama policial aborda el tema de la fragilidad de la memoria y lo que ello implica para la reconstrucción de la identidad. El período de la Ocupación en Francia, tabú en la historia francesa, es exorcizado por primera vez por este novelista singular, autor de En el café de la juventud perdida.

Patrick Modiano (Boulogne, Billancourt, 1945) está considerado como uno de los mejores escritores franceses vivos y ha recibido en 1984 el Premio de la la Fundación Pierre de Mónaco por el conjunto de su obra. En castellano, entre otras, también se han publicado Domingos de agosto, Viaje de novios, El rincón de los niños, Las desconocidas, Dora Bruder y Joyita. Este gran autor, de una extremada sensibilidad, describe en sus ficciones la búsqueda de la propia identidad, que oscila entre el recuerdo desgarrador y la tentación de la amnesia benéfica.

(c) Araceli Otamendi

No hay comentarios:

Publicar un comentario

comente esta nota